2 (:

Las clases terminaron, y en casa me llevé toda la tarde pensando en aquel chico tan misterioso que me había dejado tirada. ¡A MI! La chica más popular del instituto, con la que todos quieren quedar, y para uno con el que quiero yo, va y me deja plantada. Puf sin duda es mejor estar sola, no quiero volver a estar igual que la temporada pasada, amargada por un chico que me dejó, del que me enamoré, del que pensaba que era un chico diferente, él que todos los días me mimaba, el chico más romántico, ese chico que un día en el que creía que lo nuestro iba perfecto me puso los cuernos con una de mis mejores amigas, nunca pude perdonarle lo que me hizo, ni a él ni a mi amiga.. Me llevé meses sin parar de llorar, no quería ir al instituto, hombre nunca quiero ir pero en este caso era peor, no quería levantarme de la cama, ustedes diréis pero si sólo es un chico, hay miles de chicos en el mundo para estar así, pero puede que haya millones, pero ese era MI CHICO y me lo arrebataron, fueron 6 meses podría decir que los mejores de toda mi vida, no me sentía sola, lo tenía a él pero ya todo eso acabó, sé que aún siento algo por él, que cuando lo veo por los pasillos me entra una cosa.. aunque la verdad es que también lo odio, os estaréis preguntando ¿quién es ese chico? Pues ese chico es Nate, si del que esta mañana he querido huir, con ese chico pasé los mejores momentos de mi vida desde que llegué aquí, y él encima tiene el morro de venir y decirme que si quiero pasar la noche con él.. Sin duda esto de el amor es una MIERDA y por eso no quiero volver a sentir nada por un chico en mucho tiempo, pero alomejor puede que eso cambie, porque desde que vi a Jake no sé tengo una sensación muy extraña.

------------------------- Parte narrada por Jake --------------------

Desde hace mucho no paro de ir de un sitio a otro, nunca puedo hacer amigos, ni tampoco enamorarme, me da miedo hacerlo, porque sé que tarde o temprano tendré que volver a huir. Me siento solo muy solo, y maldigo el día en que me enamoré de esa chica, fue hace mucho pero aún lo recuerdo como si fuese ayer. Se llamaba Shelley, era una mujer que te dejaba sin palabras, un poco más mayor que yo, de pelo dorado y ojos azules, nunca pude hacerme la idea de cómo se pudo fijar en mí, pero bueno así fue, vivíamos en un pueblo de Italia, pero hubo una tarde en la que paseaba por el bosque que había junto a mi casa, y unos hombres se acercaron a mí, yo no pensé que pudieran hacerme nada, así que seguí por mi camino, iba tan metido en mis pensamientos que me tropecé con una piedra, me caí y me hice una herida en el brazo, salía mucha sangre, yo me desmayé, no podía con la sangre, cuando la veía me entraban nauseas y empezaba a marearme. Cuando desperté estaba en una casa, sentía una cosa muy extraña en mi cuerpo, sentía como fuego, parecía que mi cuerpo ardía, los hombres que había visto antes vinieron a mi encuentro, cada vez estaba más nervioso.

-¿qué hago aquí?¿Dónde estoy?

-Tranquilo, te desmayaste.

Era una habitación fría, sólo había una cama y una nevera, estaba nervioso, quería irme de aquel lugar, quería volver a mi casa, ver a Shelley, pero sentí que eso no iba a pasar nunca más, de pronto empecé a escuchar voces en mi cabeza, ¿quién eran esa personas? me dolía mucho la cabeza, y empecé a gritar como un loco, los dos hombres me agarraron.

-Tranquilo, tienes hambre, necesitas alimentarme.

Uno de los hombres trajo un vaso en el que había un líquido rojo. ¿qué era eso?¿era sangre? cada vez que se iba acercando pude comprobar que lo que había en el vaso era sangre, y que cada vez tenía más sed, sentía otra vez que el cuerpo me ardía. Cogí el vaso y me lo bebí de un trago. Me lo terminé en un momento, pero al acabarlo me sentía raro, ¿lo que había bebido era sangre? ¿Eso quería decir que era un vampiro? Pero eso no podía ser, esas cosas sólo eran cuentos de viejas aburridas, esas cosas no eran ciertas... Salí de allí corriendo, cada vez iba más rápido, parecía que volaba, iba como una bala, ninguno de los hombres intentó pararme, desde ese día no los volví a ver, de eso hace 357 años, y desde ese día me convertí en un monstruo que mata personas para poder sobrevivir, soy una persona sin escrúpulos, y me siento asco a mí mismo. Desde ese día estoy solo, no he vuelto a relacionarme con nadie, por eso hoy cuando esa chica quiso enseñarme el instituto pensé que sería una buena comida, pero cuando cruzamos las miradas, algo me impidió hacerlo, así que cuando terminó la clase me fui lo más rápido posible..